sábado, 13 de agosto de 2016

Elevando lo Irrelevante

Y es que ayer por la noche (hace unas cuantas horas)  Michael Phelps ganó su medalla de oro olímpica número 23. Al parecer el mundo se conmocionó al ver al súper atleta llevarse el máximo número de preseas doradas en la historia de las Olimpiadas, y la verdad no es para menos.
Ver ese momento de gloria, comentarlo en Twitter y convertirte en parte del ya famoso "tren de mame" por haber visto nadar al "Tiburón de Baltimore" es digno de replicarlo. Tan digno que hasta habrá gente que escriba de este suceso en su blog. 

Pero, ¿Realmente nos interesa tanto la natación? es más, ¿el hecho de que México probablemente no obtenga ninguna medalla en Río 2016, nos tiene tan afectados como sus "posts" y sus "twitts" nos señalan? ¿O será el simple hecho de intentar pertenecer y participar en la plática de la corriente digital que nos hace no sentirnos marginados de lo que está moviendo al mundo?

Francamente, ¡A mi me viene importando dos dulces y una con sal si el agua de la poza de la clavados huele a pedo o no! Pero no dejo que de escuchar y de leer que ese asunto tiene indignada a media humanidad. Y todo para poder llegar a la oficina y empezar a discutir el tema desde el elevador.

¿Y que me dicen de Bredni Roque? Para los que no sepan quien es este desdichado mexicano, resulta que el buen Bredni, a una semana de comenzar los Juegos Olímpicos, no tenía uniforme. Al tipo de entregaron una licra que le quedaba más grande que una sudadera de Dwayne Johnson, por lo que decidió competir con su uniforme de entrenamiento. El problema fue que tuvo que ponerle unos parches hechos de cinta porque no podía mostrar la marca de sus patrocinadores en la justa olímpica. Aún con todo esto, Bredni Roque obtuvo el 5to lugar en la competencia. ¿Se imaginan que hubiera de pasado si su cabeza, cuerpo y corazón sólo se hubiera enfocado en competir y no en cargar junto con las pesas, todos los problemas que su federación y el COM le incluyeron?

Y ya que estamos entrados en gastos, es imposible no hablar de la selección Nacional de Futbol sub-23. 18 jugadores viajaron a Río de Janeiro con la esperanza de refrendar el Oro obtenido en Londres 2012. Cabe mencionar que la selección olímpica fue el patito feo, tanto de seleccionados mayores como de federativos y equipos de futbol profesional. Esta selección tiene la facultad de llevar 3 jugadores mayores de 23 años como refuerzos del equipo. Y a pesar de que tenemos jugadores mexicanos de primer nivel, muy pocos alzaron la mano para ayudar a los muchachos. Hubo quien hasta dijo que sí, y a la mera hora se rajó. Indudablemente el 7-0 que Chile nos regalo hace menos de dos meses en la Copa América Centenario influyó para que los jugadores "mayores" se hicieran a la sombrita y evitar dos fracasos en el mismo verano. 

Como vemos, todo es cuestión de apoyo. Todo es cuestión de que en este país los políticos y directivos de las federaciones se la quieren comer toda completa ellos solos. Los deportistas son quienes pagan los platos rotos. Y no obstante que ya tiene un gran mérito ir a competir a unos juegos Olímpicos, nosotros nos encargamos de destrozarlos principalmente en Twitter. Pobres cabrones, entrenan cuando pueden, como pueden, con quien pueden. Dividen su tiempo entre la chamba, la escuela y el entrenamiento. El apoyo que les da el gobierno, no es más que el autobus que los lleva a los pinos para que el señor Presidente les da su palmadita en la espalda y les desee todo el éxito y la suerte del mundo y encima de eso, nosotros los juzgamos por el bajo rendimiento que tienen.

¿Y por qué llegamos a este tema? La única razón es el deseo de plasmar aquí lo que se habla en las sillas  de café, en las barras de los bares, en las mesas de los restaurantes y en los comedores Godinez. Pero no se preocupen, el país sigue igual, el mundo no cambia. Por lo menos no lo hará hasta que dejemos de ELEVAR LO IRRELEVANTE.

       


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